
El viento sopla frío, seria mejor decir que el viento congela. Pero tiene un lado bueno: se lleva las nubes negras y deja ver por un momento el cielo azul. Castillo de Rochechauld.

Llegamos a Perigueux, no por que lo tuviéramos en el itinerario (por que hasta el momento ni itinerario tenemos) sino por que era la hora del rincón del box entre panza y cabeza: Llega la hora de comer, que lamentablemente no siempre coincide con la hora de comer de los demás y para mejorar las cosas es domingo y muchos restaurantes ni siquiera han abierto así que no nos queda otra que caminar a ver donde podemos comer algo. Peter esta devotamente convencido de ir a un restaurante que sale en la guía, pero como estamos casi desmayados de hambre caminamos en círculos y no somos muy capaces de leer un mapa medio calato. Cuando llegamos al restaurante… que te crees: closed, schlossen, chiuso, fermé, cerrado. Merci, merde. Mientras caminamos, tomo estas fotos de la publicidad de los locales, hecha en hojalata negra: la peluquería, la cuchillería. Una pileta en bronce, un espectáculo en una esquinita casi desapercibida. Finalmente encontramos donde comer: recuerdo que por equivocación terminé con un plato de guiso de frejoles con pato y salchicha, estuvo ricolino a pesar de estar pedido a ciegas considerando que es un poquito difícil pedir de una carta que no entiendes ni michi de la cocina regional así que esta fotito con la copa de vino es lo que me queda del recuerdo. Una vista de la Basílica Bizantina, desde una de las callecitas de la ciudad.

La Basílica Bizantina Saint Front de Perigueux, una joyita de la arquitectura. Hace parte del itinerario del peregrinaje a Santiago de Compostela siguiendo la ruta Vézelay. Ya en el siglo XII viene incluida en la Guía del Peregrino por Picaud. Había una vez una tumba redonda como la de la Sagrada Sepultura, pero la destrozaron durante las guerras religiosas, para variar. En el siglo XIX Abadie la restaura y la usa como modelo para la Iglesia del Sagrado Corazón en Montmartre, Paris.
Vista del interno de la Basílica. El Altar y el púlpito. Las sillas de los feligreses, pareciera que estuvieran una fila frente a la otra, pero la verdad es que la sillita del frente es un poquito más bajita y sirve para arrodillarse. Detalle de una escultura en madera. El púlpito visto desde la pila bautismal. Estatua en mármol de San Jorge que vence el dragón.

Estatua en mármol de Juana de Arco y placas de agradecimientos. Una velita a Sta. Teresita del Niño Jesús y las placas de agradecimiento. El órgano de la Basílica. La Torre de la Basílica vista desde el externo. La Basílica queda en lo alto de la ciudad, para protegerla: cañón de época sobre uno de los muros externos de la Basílica.
Continuamos con el viaje y menos mal que el clima ha mejorado un poquito. Estamos en la zona de productores de vino, una maravilla. Solo que como lo saben también los policías, a quién crees que paran para hacer la prueba del alcohol? Pues claro, con este Murphy que todo lo jode: a mí! Yo me moría de la risa, salió todo normal pero me moría de ganas de hacerle una foto al policía: primera vez que me paran! primera vez que me hacen la prueba del alcohol! Alè, alè, alè!!!!
Para variar se hace noche mientras manejamos. Hemos pasado solo por campos privados que están o habitados o enmallados para no dejar salir a las bestias (las vacas y caballos) pero: y las bestias que queremos entrar? A freír monos en sartén de palo, a buscar donde se puede pasar la noche. Llegamos a una zona un poco más deshabitada y encontramos otro bosque, siempre en proceso de despanzurre: lo talan pero también encontramos que plantan nuevos arbolitos.

La noche está congelada, no hay nubes y se ven las estrellas. La foto la tomé mientras la luz en la camioneta estaba encendida, no sé que diablos hacia Peter adentro (la calidad de la foto es terrible, pero la mía es una camarita semplicita sin tanto alaraque nocturno así que me saca las fotos en la noche sin flash y como puede, la pelota blanca no es la luna ni tampoco es un poltergeist es un defecto de la camarita por hacer lo mejor posible). Decidimos caminar un rato, dejamos la luz de la camioneta apagada y al regreso nos pasamos, no vimos la camioneta así que tuvimos que regresar lo andado tratando de no perdernos. Pasar la noche a la intemperie no es la cosa más recomendable en este momento.
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