jueves, 29 de abril de 2010

St. Lon Les Mines, Francia. 05.04.2010.

De la noche anterior, me olvidé de contar que por primera vez escuché en la noche al ciervo llamar a la cierva (osea la sierva), no es que la llama: Juana, la comida! No, este espécimen masculino tiene un llamado tipo ladrido seco (ahh… como tantos otros machos, no?) suena como el golpe seco de las castañuelas. Mientras no lo supe y lo escuchaba, me parecía una especia rara de rana y justo cuando estaba pensando no puede ser aquí todavía no hay ranas por que hace mucho frío a Peter se le ocurrió iluminarme de sabiduría: yo hasta ese momento vivía feliz sin saberlo, la cosa se puso critica cuando la necesidad fisiológica de ir al baño en medio de un bosque a oscuras se me ocurre pensar…. y si este machìn no encuentra la Juana y la viene a buscar por aquí y yo estoy regando el arbolito? Mejor no pensar.

A la mañana siguiente, menos mal sin visitas de ciervos, comenzamos de nuevo el camino. Paramos en un pueblito a comprar pan y algo más para comer. Recuerdo que comimos en algún lugar cerca de la carretera y pudimos cocinar, yupi! En la tienda encontré una delicatessen del lugar: Le coeur du Canard, osea entre tanto pato para hacer paté encontramos donde nos vendieran los corazones, buenazos. La de la foto es la sarten que viaja con nosotros y una de las cocinitas que tenemos a bordo. El pueblito por donde pasamos estaba lindo, harto verde y hacía un poquitín de calor. La foto de este jardín y la casita es del Château du Prada, una casa privada para matrimonios y recepciones. Las flores son de las macetas en la vereda pública. El cartel en hojalata del panadero.

Estas son fotos del cementerio de St. Lon Les Mines. El monumento en mármol al ingreso esta dedicado a quienes perdieron la vida por la patria. Flores en cerámica cocida, son tradicionales por que durante el invierno sería imposible llevar flores frescas. La tumba cuadrada con tanto de roca, del Ricky Ricòn de hace doscientos años. Una lápida particularmente significativa en la zona: a la memoria de Henri Lavielle muerto por la Francia en Douaumont el 28 Febrero de 1916 (Primera Guerra Mundial) a 32 años. Medalla Militar de la Cruz de Guerra. A mi me impresiona, toda la zona que estamos recorriendo está llena de este tipo de monumentos. Han pasado años (y pasarán aún más y no hemos aprendido nada). Los pirineos! Ya era hora que se dejaran ver!

St. Lon les Mines es un pueblito antiquísimo, se llama así por las minas de carbón vegetal (de un cierto tipo de árbol de la zona) a la que le deben todo. Las minas fueron explotadas desde 1756 hasta 1949.







Vista lateral de la Iglesia, para variar en el punto más alto y con tanto de torre para controlar los cuatro lados. Un castillo saliendo de St. Lon. Un cartelito más, esta vez cuidado con las ovejas.

Perigueux, Francia. 04.04.2010.

El viento sopla frío, seria mejor decir que el viento congela. Pero tiene un lado bueno: se lleva las nubes negras y deja ver por un momento el cielo azul. Castillo de Rochechauld.

Llegamos a Perigueux, no por que lo tuviéramos en el itinerario (por que hasta el momento ni itinerario tenemos) sino por que era la hora del rincón del box entre panza y cabeza: Llega la hora de comer, que lamentablemente no siempre coincide con la hora de comer de los demás y para mejorar las cosas es domingo y muchos restaurantes ni siquiera han abierto así que no nos queda otra que caminar a ver donde podemos comer algo. Peter esta devotamente convencido de ir a un restaurante que sale en la guía, pero como estamos casi desmayados de hambre caminamos en círculos y no somos muy capaces de leer un mapa medio calato. Cuando llegamos al restaurante… que te crees: closed, schlossen, chiuso, fermé, cerrado. Merci, merde. Mientras caminamos, tomo estas fotos de la publicidad de los locales, hecha en hojalata negra: la peluquería, la cuchillería. Una pileta en bronce, un espectáculo en una esquinita casi desapercibida. Finalmente encontramos donde comer: recuerdo que por equivocación terminé con un plato de guiso de frejoles con pato y salchicha, estuvo ricolino a pesar de estar pedido a ciegas considerando que es un poquito difícil pedir de una carta que no entiendes ni michi de la cocina regional así que esta fotito con la copa de vino es lo que me queda del recuerdo. Una vista de la Basílica Bizantina, desde una de las callecitas de la ciudad.

La Basílica Bizantina Saint Front de Perigueux, una joyita de la arquitectura. Hace parte del itinerario del peregrinaje a Santiago de Compostela siguiendo la ruta Vézelay. Ya en el siglo XII viene incluida en la Guía del Peregrino por Picaud. Había una vez una tumba redonda como la de la Sagrada Sepultura, pero la destrozaron durante las guerras religiosas, para variar. En el siglo XIX Abadie la restaura y la usa como modelo para la Iglesia del Sagrado Corazón en Montmartre, Paris.
Vista del interno de la Basílica. El Altar y el púlpito. Las sillas de los feligreses, pareciera que estuvieran una fila frente a la otra, pero la verdad es que la sillita del frente es un poquito más bajita y sirve para arrodillarse. Detalle de una escultura en madera. El púlpito visto desde la pila bautismal. Estatua en mármol de San Jorge que vence el dragón.

Estatua en mármol de Juana de Arco y placas de agradecimientos. Una velita a Sta. Teresita del Niño Jesús y las placas de agradecimiento. El órgano de la Basílica. La Torre de la Basílica vista desde el externo. La Basílica queda en lo alto de la ciudad, para protegerla: cañón de época sobre uno de los muros externos de la Basílica.

Continuamos con el viaje y menos mal que el clima ha mejorado un poquito. Estamos en la zona de productores de vino, una maravilla. Solo que como lo saben también los policías, a quién crees que paran para hacer la prueba del alcohol? Pues claro, con este Murphy que todo lo jode: a mí! Yo me moría de la risa, salió todo normal pero me moría de ganas de hacerle una foto al policía: primera vez que me paran! primera vez que me hacen la prueba del alcohol! Alè, alè, alè!!!!

Para variar se hace noche mientras manejamos. Hemos pasado solo por campos privados que están o habitados o enmallados para no dejar salir a las bestias (las vacas y caballos) pero: y las bestias que queremos entrar? A freír monos en sartén de palo, a buscar donde se puede pasar la noche. Llegamos a una zona un poco más deshabitada y encontramos otro bosque, siempre en proceso de despanzurre: lo talan pero también encontramos que plantan nuevos arbolitos.

La noche está congelada, no hay nubes y se ven las estrellas. La foto la tomé mientras la luz en la camioneta estaba encendida, no sé que diablos hacia Peter adentro (la calidad de la foto es terrible, pero la mía es una camarita semplicita sin tanto alaraque nocturno así que me saca las fotos en la noche sin flash y como puede, la pelota blanca no es la luna ni tampoco es un poltergeist es un defecto de la camarita por hacer lo mejor posible). Decidimos caminar un rato, dejamos la luz de la camioneta apagada y al regreso nos pasamos, no vimos la camioneta así que tuvimos que regresar lo andado tratando de no perdernos. Pasar la noche a la intemperie no es la cosa más recomendable en este momento.

Sìl vous plaît. Francia. 03.04.2010.

Seguimos manejando, seguimos en el tráfico, como dos desesperados... flacos, cansados y ojerosos como dice la canción, pero con una ilusión: el sol, el calor y un poco más de color en medio a este gris – marrón indefinido que a veces parece eterno.
Pasamos por Paris, pero sin parar y lamentablemente de nuevo tráfico, de nuevo las salidas cerradas, las autopistas en mantenimiento. Merde, c’est la vie! Poco después del anillo de Paris, tomamos la N20 hacia el sur y nos encontramos en plena autopista un cartelito casi casi al estilo del Moulin Rouge que decía Relais des Chartreaux, entonces paramos sobretodo porque había llegado el momento en que panza y cabeza no pertenecen al mismo cuerpo, la primera se esta rebelando a tragar saliva nada más y la segunda se declara en huelga: que más da. El local resultó ser una maravilla, un hotel con diferentes servicios y entre ellos un restaurante espectacular, a pesar del frío pudimos sentarnos al “semi-abierto” una terraza cubierta y climatizada.

Al interno del restaurante, relajante vista sobre los jardines, ya verdes! Con un laguito artificial al que solo le faltaban los cisnes. Un cuadro en el restaurante al mejor estilo parisién. Esta foto se me escapó, pero si no tenemos cuidado con las vacas que atraviesan la autopista de donde sacamos el quesito rico, eh? Un almuercito, que más parecía un homenaje: una maravilla, la ensalada no me dio tiempo de inmortalarla…. Recién cuando hube puesto alguito en mi panshita comencé a razonar pero recuerdo que fuè mixta, buenísima porción y calidad. El plato fuerte, fue fuertísimo: se lleva el premio, fenomenal, al límite de lo terrenal. Un corte de carne que se llama York, juro por mi cabeza que la foto no le rinde honor, alto unos 4 cms jugosito mmm fue tanto que tuve el coraje de prepararme un pancito “take away” para la noche! Las vainitas fresquitas y en su punto, de esto deben aprender los alemanes! Una salsa tipo tártara, rebuenaza. Las papas estuvieron un poco nostálgicas de esto seguro deben aprender DE los alemanes. El postrecito, el punto sobre la i, la cereza encima de la torta, il non plus ultra: café expreso en su punto, torta de chocolate y crema de vainilla, helado de frambuesas recién recogidas y un flancito con un poquito de cacao meravigliao. Un jolgorio señores, un jolgorio.

Después de semejante mística experiencia retomamos la autopista y seguimos hasta el anochecer, que nos agarre donde nos agarre total van ya cuatro días de lluvia sin tregua, sin respiro, sin paz. Después de buscar inútilmente entre bosques que no estuvieran divididos con alambres de púas para evitar que las vacas se escapen, llegamos cerca de San Victornien, en un pueblito con dos calles y cuatro casas. En la noche no pasa ni un gato para poder preguntar al menos la hora. Ni un misero cartel que lleve al cementerio. El estacionamiento más grande y alejado estaba ocupado por los clientes del restaurante que queda cerca, pero estaban celebrando una fiesta de un matrimonio marroquí que prometía pachanga y si no fuera por que no tenia un trapo fiestero que ponerme me hubiera colado sin más ni más. Total, cous cous asegurado con bailongo de grupo y que linda la interculturalidad, eh? Sea por casualidad o sea por que a fuerza de dar vueltas en algún lugar vas a terminar y nosotros terminamos en el estacionamiento del centro de salud y sin más ni más se procede con la tutumeme.
A la mañana siguiente, nos damos cuenta que estamos muy en vista y nos estacionamos detrás del centro de salud, hay un área verde indefinida, no se sabe si es pública o privada, pasa un poco de gente pero todo tranquilo, a pesar de los marroquíes de la noche anterior aquí no hay moros en la costa. Salen dos rayitos de sol, dos, solo dos. Parece que le pidieron permiso a Zeus para salir un ratito a jugar, pero los pobres no pudieron con el ataque de las nubes negras y justo apenas terminamos con el desayuno se desata el diluvio universal. Escapamos y ni modo sigamos hacia el Sur, la esperanza del calor empieza a enfriarse hasta ella misma. La desesperanza es la última en perderse, no?

Despertar en Manheim, Alemania. 02.04.2010.

Lo dicho, al despertar buscamos inmediatamente donde poder prepararnos un desayunito en santa paz, sin la mirada de vecinos curiosos u horrorizados (la cara de las personas a veces cambia cuando se da cuenta que en la camioneta tenemos un mini departamento ambulante). De casualidad llegamos a un campo deportivo que al costado tenía un parque muy simpático. Es uno de los pulmones más importantes, sobre todo por que lo mantienen muy bien, lo más natural posible para que los pajaritos de estación puedan hacer sus nidos, la carretera está muy cerca pero no se escucha ruido de los autos o camiones, al contrario la única cosa que se escucha es el canto de los pajaritos y si caminas despacio, se pueden ver caminando por los senderos. También hay un aviso que dice que en el parque puedes pasear a caballo, pero que pena … el caballo te lo tienes que traer de tu casa por que aquí no hay  Después decidimos dar un paseíto por el pueblo antes de continuar con el viaje, el frío de la mañana no provoca ni para caminar ni para quedarse tonteando. El pueblito es bastante pequeño, con construcciones de época muy bien mantenidas. El gato que está en la ventana, estaba muy bien puesto para la foto, pero cuando se dió cuenta puso una cara de “sácame la camarita grrrr”. Si vienen los bomberos, se encuentran un Pinocho – bombero para reírse un rato. Un monumento a los caídos durante la Primera Guerra Mundial.

Retomamos la carretera…. Ah, pero cuantos carteles extraños se puede encontrar uno, eh? Este que dice? Atención a los ciervos, que por estos lares hacen parte de un circo y hacen saltos de 7 km de alto…jojoy! (no! La verdad es que es la advertencia de ir despacio porque en los próximos 7 Km. los ciervos podrían cruzar, pero la pura purita es que si vas a más de 80 km/h - en ciertas carreteras no puedes hacer menos - y el ciervo se te cruza simplemente le deseas buen viaje y patapaf le pasas encima, por que si no hay riesgo de hacer un mega accidente por no hacerle una rayita al ciervo). Entonces me pongo Tetita en pole position, si tenemos la suerte de ver estos acróbatas, jojoy! El cielo de Alemania, poquísimas veces lo he visto azul, muchísimas veces lo he visto así, gris con nubes y cargados de lluvia. El panorama comienza a cambiar, la mimosa está en flor! El panorama alemán, industria, industria. Como ya estábamos por salir de Alemania decidí que gastronómicamente valía la pena probar un Würstel, claro todo en nombre de la ciencia… acaso no hubo uno que se inyectó no se que virus para ver como curar, ah? Igual el mío era un interés científico: papas o mejor dicho mazacote de papas con queso, cuyo origen es mejor dejar bajo la sombra de la ignorancia pero que no andaba tan mal que digamos. Vainitas y aquí dejamos por sentado que los alemanes son especialistas en papas. El famoso Würstel, salchicha / hot dog como quieran la misma tontería es, solo la medida descomunal merece el comentario, no estaba malísimo pero tampoco era la locura. Son mejores los del Süd Tirol, que para los alemanes esa no es Alemania y para los italianos que viven en la zona ellos no son italianos y si no pides el café en alemán puedes irte a llorar al río. Quiero pensar que los Würstelcitos del OktoberFest son algo digno de probar y si el viento un día me lleva, prometo solemnemente tomarme un litro de cerveza, tirarme un chanchito, comerme un Würstelcito, tirarme otro chanchito y después bailo lo que les de la gana.. yuuuuupiiiiiiiiiiii!!!!

Esta noche hemos dormido en medio de un bosque, no tengo fotos… por que tenía frío y lamentablemente cuando tengo frío la última neurona que me queda se va a calentarse entre las amígdalas, por eso que no abro ni la boca… no sea que se me escapa la última neurona disponible “ymejo” entonces no hice ni una foto aarghhh…… pero a parte del frío, recuerdo que era un bosque donde también lo estaban despanzurrando todo para hacer mesitas en el Ikea, también recuerdo que ya habíamos dejado atrás Alemania y estábamos en algún meandro cerca de Paris en Villers Cotterêts. En estos días, nos vamos a dormir tarde, porque manejamos lo más posible hacia el sur, como las aves migratorias en busca del sol y nos levantamos tarde sobre todo esperando que el día caliente un poco.

Despertar en Abild, Dinamarca. 01.04.2010.

En la foto, al despertar y poder ver mejor… eso, la Iglesia… y que lindo el parquecito, eh? Cada pedacito de verde es una tumba. En las fotos pequeñas, Peter que organiza el cubil para pasar la noche, tenemos colchón, colchonetita para evitar que pase la humedad, sleeping bag, colcha de plumas, frazada y frazadita en polar… aaatchùùù! Curiosamente donde estacionamos, había tirado por la calle este cartel… osea un perrito, que esta haciendo kakita… y me pregunto: que diablos quiere decir? Que hemos estacionado en el lugar reservado para la kakita de Fy Fy??

El viaje continúa, estamos en el límite entre Dinamarca y Alemania, la foto con la bandera Danesa es justo en la frontera, el de la moto viene de Alemania hacia Dinamarca. Como nosotros viajamos en camioneta y no en un autocaravana, osea para ponerlo más claro: no tenemos baño a bordo, utilizamos los servicios en la carretera: el estacionamiento provee: baños (a veces hasta duchas!), punto de información (en algunos casos, si hay funciona solo en verano) y también con mesitas y banquitas al abierto. Aprovechamos y llenamos las galoneras de agua, lavamos los platos y a veces, si el lugar esta discretito y bonito (osea con sol!) cocinamos. Desde Dinamarca viendo hacia Alemania, los molinos de viento que generan electricidad. La lluvia que nos persigue y no nos deja ni un ratito. Llegamos hasta una gasolinera, buscando donde comer algo y encontramos el huerique de los camioneros (generalmente se aprecian por ser limpios, servir bueno bastante y no cobrar mucho). La pregunta del siglo a la Teutona – tetona que atendía en la caja: gibt es Salat dabei? (Viene con ensalada?) Jaaaaa… (Siiiiiii). Entonces, estuvo rico, rico: una chuletita de cerdo, con papas (ahhhhh quien si no los alemanes para comer papas!) y un aderezo de cebolla, tocino y champignones súper interesante para el diente! La ensalada? Fue la broma cruel: un cuarto de tomate, dos rodajitas de pepino delgaditas como ostias y 5 x 3 cm de lechuga y en vez de aceite de oliva: mantequilla al perejil…. Ahhh! A eso le llaman ensalada? Ya entendí por que los alemanes son así de redondos… entre papas y cervezas, no wonder Darling!.

Con la pancita llena y el corazón contento, continuamos el viaje…. La ley de Murphy dice que cada vez que yo maneje habré de encontrar el tráfico, un accidente, arreglos en la carretera…ajá, ta jodìo este Murphy. El tráfico, diciendo estábamos???. En medio a este tráfico, que duró más de media hora a 10 km/h encontramos este carrito bastante provocador: en medio de una Alemania saturada de inmigrantes con los cuales lleva una relación de amor-odio, este carrito con escritas en árabe y encima sticker de Palestina parece que se las está buscando, estuvimos de vecinos bastantes veces, una pena no haberles podido hacer la foto cuando estaban a mi costado (miedo mixto respeto por la privacy y el kamikaze que me podrían mandar): una discoteca palestina, con tanto de velos y perfume de achís, con tres generaciones a bordo, cantando y casi bailando. Entonces para no quedarme atrás, visto que más de 10 km/h no se pueden hacer, yo manejo Sin Manos! Y justo, justo la banda sonora del momento es: Que levante la manoooooooo. Entrada al túnel del Elba, otro tunelcito debajo del agua…. No me están gustando sobretodo cuando el tráfico es constante y a ritmo mantenido. Después del puente: el puerto comercial de Hamburgo es impresionante, todos estos hangares, grúas simplemente te sientes como una hormiga.

Nuevamente ha llegado la hora de buscar un lugar donde dormir…. Salimos de la autopista y llegamos hasta lo que parecía el funeral de un bosque, donde estaban tirándose abajo todos los árboles para construir chalecitos para los alemanes gorditos que se lo puedan permitir. Tratamos de buscar un sitio medianamente seguro: imposible. Donde quisimos parar no tardo mucho en llegar un camioncito en actitud sospechosa y extraña, después un carro, después se fueron, después llegaron otros….mmmm llegamos a la cueva de Ali Baba o al cuartel general de algún traficante? Ipso nos fuimos al pueblo más cercano, lamentablemente un pueblo tan antiguo que no hay estacionamiento en el cementerio así que nos tuvimos que quedar en medio de la calle y a la mañana siguiente salir disparados a poder tomar desayunito por algún lado tranquilo.

Saliendo de Jönköping, Suecia. 31.03.2010.

Finalmente! A pesar de los retrasos, hemos sobrevivido a congelarnos mientras limpiábamos la camioneta (me gané un resfrío y los dedos del pie morados!) y la preparábamos con todo lo que necesitábamos cargar en ella.
El día antes de la salida, hizo un sol maravilloso como para darnos ánimos en la salida: Comiencen, viajen… verán que no se congelan. Wiflas. El día que salimos, hizo mucho más frío, es el clima de la primavera: un día hace sol, al otro calor y después frío y encima llueve. Terminamos de cargar nuestros últimos pertrechos como a las 11 am, después nos fuimos a tomar un té caliente en el Bernard’s como para despedirnos de la ciudad y terminar de tomar coraje y comenzar el viaje hacia el sur, casi casi el viaje de la esperanza. Esperanza de no congelarnos, de encontrar el sol y el calor, de quitarme al menos la ropa interior térmica y verme los dedos del pie sin estornudar.


Aquí, sobre la izquierda el Peligro Amarillo, yo lo conocí que ya lo habían bautizado, cerca del lugar donde pasa el invierno. Debemos limpiarlo y prepararlo, por los próximos tres o cuatro meses será el todopoderoso: camioneta, cama, oficina, cocina, biblioteca, etc., etc.… Es un Ford Transit mecánico del 2002.


Todavía en Suecia, el terreno alrededor es marrón y gris, lamentablemente a veces rojo… por la liebres distraídas que quedan pegadas como tatuajes en los lados de la carretera. Yo que manejo….después de tres años…. Guau! No aplasté ni una hormiga!! La primera parada que hicimos para almorzar fue en Rydeback (Suecia) y nos fuimos a dar un paseíto a pie. Una casita cerca al mar. En la foto de la derecha en bajo, se ve sobre la izquierda un pescador metido en el agua casi hasta la cintura… se necesita pasión y coraje! Sobre el fondo, la Isla de Ven, detrás de ella está Dinamarca…. Allá vamos!!!


Falta poco. La foto del peaje (Tull) está hecha todavía en Suecia, frente a la cámara está Suecia, se paga el peaje para entrar al puente que comienza en Suecia y termina en Dinamarca. El puente Öresundbron, que nos llevará hasta Dinamarca…. Atención, atención!!! El puente no termina en tierra firme, ni en una isla…. Termina en el agua!!! Jojoy!! Para llegar a Dinamarca hay que zambullirse, pasando por el túnel…Creo no equivocarme al decir que es mi primer túnel bajo el agua…. Yupi! El puente tiene 8 km de largo y el túnel 4 km.


Un puente más, el Stora Bältbron, se va haciendo noche. KBH: København, Köpenhamn, Copenhagen o simplemente Copenhague. El limite del ocaso y la noche. Debemos buscar donde dormir.

Es muy tarde, como a las 23.00.... Muertos de frío y sueño. Buscar donde dormir se vuelve una empresa un poco difícil, considerando que no conoces el lugar, que está oscuro y que hace frío…

Decidimos salir de la autopista, por que los estacionamientos predispuestos para poder quedarse la noche podrían ser peligrosos, entonces es mejor buscar un pueblito tranquillo. Así fue que aterrizamos en Abild, callecitas tranquilas, casi nadie en la calle. Buscamos la Iglesia del pueblo, donde generalmente hay un estacionamiento y es tranquilo, digamos que mortalmente tranquilo, por tradición el cementerio está al costado y quién crees que quiere irse de juerga al cementerio? Naidies! Solo estos dos locos.