martes, 4 de mayo de 2010

El Cubo de Tierra del Vino. España. 09.04.2010.

Ha llegado el momento de confesar lo inconfesable por así decirlo pero como se comprobará más adelante, hay extremos peores. El día antes de salir de Jönköping, decidí hacerme uno de esos homenajitos a los que ya me tengo acostumbrada: me fui a la sauna, considerando que las cosas se pondrían sino difíciles casi imposibles me pareció la mejor idea: dos horas de agua caliente, vapor, agua fría, vapor, péinate, la crema, la otra crema, más vapor, más crema. El mejor mixto del Hamman marroquí, el spa austríaco y la sauna sueca. Podría ser definido como uno de los siete pecados capitales dependiendo el punto de vista, pero que más da un pecado más un pecado menos.
Regresando al punto, la confesión es que este día son 9 días que estamos viajando. 9 mañanas que después del desayuno se va a buscar un bar donde tomar un café y que tenga un baño decente. 9 días de frío, sin sudor pero con cansancio. 9 infinitos días que no terminan ni empiezan con una ducha refrescante. Este no es un pecado, no. Este es un crimen.

Respecto a los días anteriores, hemos cambiado de idea. La Costa Atlántica tiene que esperar, absolutamente. Desde San Sebastian hasta A Coruña debe haber por todos los rincones lugares maravillosos, pero recién está llegando la primavera y en este momento es una misión imposible querer disfrutar el verano habría que esperar hasta Julio o Agosto, cuando el clima en el norte de Europa es una cosa decente. El objetivo sigue siendo llegar hasta Gibraltar, pero ahora hemos decidido irnos inmediatamente al sur.

Otro día más que manejamos casi sin parar. En la carretera se está bien por que tenemos el sol en la cara pero apenas estamos en la sombra el frío se siente. Llegamos a El Cubo de Tierra del Vino sin querer queriendo. Es un pueblo tan pequeño, tan mignon que no se como aparece en el mapa. Estuvimos en la gasolinera a la entrada del pueblo y tiene tan pocas personas que éramos los únicos. Y nos vino el momento divino, es hora. Es hora de un duchazo, hora de refrescarse las ideas! Si. Viajar como lo hacemos nosotros, pocos soportarían. Este fue uno de los límites.

Las casas en este pueblo, no son antiguas ni pintorescas. Son todas nuevas y hechas a como caiga, sin arte ni parte. Lo que me llamó la atención a lo largo de toda la carretera, que se llama La Vía de La Plata (por que por ahí pasaban los romanos transportando) y que hace parte de uno de los caminos de Santiago de Compostela. El símbolo característico es la concha de mar. Dice la leyenda que el primer milagro post mortem de Santiago fue salvar un jinete en la costa galiciana, el caballo perdió el paso en un arrecife y cayó al mar. Santiago lo salva y al ponerlo al seguro en la orilla ambos salen del agua cubiertos de conchas de mar.

Esta noche, hace frío pero estamos más relajados. Estamos entre campos de cultivo, granjas de vacas y criaderos de toros de lidia. Dormimos cerca de un charco y durante la noche las ranitas patilargas nos regalan un concierto.

Puerto de Cudillero. Cudillero, España. 08.04.2010.

Vistas generales del puerto. Casas antiguas y también casa nuevas pero sin romper el esquema original del pueblo.

Pasear entre las calles de Cudillero es agradable, pareciera que es un cuadro pintado. Las de arriba son vistas de las calles cercas al puerto. En medio la foto de dos vecinos, que desde el alto ven hacia la plaza parece como que ya tuvieran experiencia visto que tienen hasta cojines para apoyarse.
Vista de la fachada y jardín de entrada en la casa Selga: dos hermanos que hicieron fortuna en America y cuando regresaron se casaron con dos hermanas. Ninguno tuvo descendencia y el Palacio pasó a manos de una fundación. La Iglesia de Cudillero.

Estas construcciones son típicas de la zona, antiguamente se usaban para guardar el grano cosechado y la comida de los animales. El pescado que está puesto a secar se llama Curadillo y es una especialidad típica de la zona, lo limpian en altamar y después lo dejan colgado por casi un año. Por preguntona me regalaron uno! Viva, lo verán en la sartén próximamente. Que hace Peter echado en la parte de atrás de la camioneta? Prepara el té. El único lugar que conseguimos para quedarnos fue en el estacionamiento del puerto y como había que ser discretos pues este es el precio. En un jardín, encontramos esta estatua de piedra, debe haber sido un perro muy querido. Estos tres caballeros, nos despertaron por la mañana: caminaron ida y vuelta el largo del puerto (200 mts.) por más de una hora y continuaban a hablar. Ejercicio para la panza y la lengua.

Playa del Silencio. Cudillero, España. 07.04.2010.

Hemos visto en el mapa y leído en la guía sobre Cudillero, pareciera ser tranquilo así que hasta allá manejamos. Llegamos un poco tarde pero encontramos una señora del lugar que estaba haciendo conocer la playa a un turista, le preguntamos si la zona era tranquila como para quedarnos la noche y nos dijo que si, que no pasaba nadie y sobre todo por que no es temporada. Contentos nos quedamos. Al día siguiente, lamentablemente donde estábamos no llegaba el sol sino hasta el medio día, y hacía un viento que solo quien vive tan cerca de la costa puede soportar. Coincidimos con un festivo escolar de la región y tuvimos compañía a todas horas, parecía una procesión. Igual nos dio el tiempo para cocinar (sin mucha privacidad) y pasearnos un poco por los alrededores, mi idea original era despertarme y meterme al agua. Quedó solo la idea aunque si el lugar estaba excelente el agua estaba helada.

Diferentes vistas de la playa. Solo a ver la playa vienen ganas de meterse al agua, pero por ahora la cancion es la misma: frìo y viento helado! He hecho una torrecita de piedras con la esperanza de regresar nuevamente. Quizàs la proxima vez tenga màs suerte y me pueda banhar en la playa. ;)



Estamos en un acantilado y para llegar a la playa debemos hacer unos 300 metros de bajada (que después hay que hacer de subida, eh!). La camioneta està estacionada en lo alto, sobre la derecha de la foto cerca de donde comienzan los arboles.

A pesar del frio, el viento y toda la gente que vimos pasar por la playa, quisimos intentar todavía un dìa màs pero en vez de quedarnos en playa del silencio decidimos probar en el puerto de Cudillero.

lunes, 3 de mayo de 2010

Las Cuevas de Sare. Países Vascos, Francia. 06.04.2010.

Seguimos en la carretera, vamos hacia el Oeste. Por ahora creemos que es una buena idea hacer la Costa Atlántica y pasar por Portugal para llegar a Gibraltar. En pocas palabras la vamos a hacer larga convencidos que a partir de ahora el clima ha decidido ser clemente. De todas maneras aún no es muy tarde y las Cuevas de Sare todavía están abiertas así que decidimos entrar.


Esta foto me gusta un montón, se podría decir la historia que mira la historia: En la vitrina José Miguel de Barandiarán, el antropólogo que realizó investigaciones en las Cuevas. Frente a la vitrina un Vasco pura sangre, de los que quedan pocos que utilizan aún el gorrito. A la entrada del museo, bajo la silueta de Barandiarán. Vamos, vamos a las cuevas, tilin, tilin. Entrada a las cuevas. Al interno, las formaciones naturales (y no solo) en piedra.




Representación de la familia del hombre prehistórico. Vistas de la Cueva, el ingreso visto desde dentro y unas pozas naturales.

Sare está en la frontera entre los Países Vascos Franceses y los Países Vascos Españoles, pero que en cuestión de aduanas es simplemente entre Francia y España. Nos demoramos poco en cruzar la frontera, pasamos y como ya comienza a anochecer comenzamos a buscar donde pasar la noche. A diferencia del lado francés con el lado español, en España hay más alboroto, no es un pueblo pequeño sino parece una metrópoli. Llegamos hasta un campo que parece ser el lugar ideal. Cuando hemos terminado de acomodarnos para la noche, descubrimos que justo por ahí…. Pasa el tren! Chu, chu…. Cada hora! Dormimos en Deba, en el Barrio Egia en alguna parte cerca de San Sebastián.

Ainhoa. Paises Vascos, Francia. 06.04.2010.

Llegamos a Ainhoa la noche anterior, para variar cuando era ya noche y se veía poco. Buscamos un lugar donde estacionar y pasar la noche. Menos mal tuvimos suerte y nos tocó un lugar tranquilo, no pudimos quedarnos cerca al cementerio porque está justo en medio del pueblo y encima en alto, hubiera sido un escándalo en vez de pasar desapercibidos.

Ainhoa es un pueblito muy pintoresco. Las casas son del siglo XVII. Fue en un inicio una zona muy pobre, luego gran parte de los hombres se fueron con Colón como tripulantes hacia America y luego comenzaron a enviar dinero a sus familias en Ainhoa, que como se puede ver no ha sido poco. En cada casa, está escrito el apellido del propietario y el año en el que se construyó (o al límite cuando fue remodelada), es común que en el pueblo la gente se identifique por el nombre de la casa donde vive que no por el propio apellido.

Fachadas típicas en Ainoa, es estilo de construcción es Labourdin: piedra y madera. Sobre la puerta, la inscripción de rigor: 1733 Salaberria (Vendrán de aquí los Salaverry?). Detalle del reloj solar del Hotel Ithurria (los Iturri?). La mesita en piedra y las banquitas de madera. Una camiseta de una marca conocida, utiliza siempre animalitos en sus diseños. El local de la Identidad Vasca. La vitrina de un negocio: jamón, paté y demás exquisiteces. Mmmm.


Puerta de la casa Gorritia, famosa en el pueblo. En 1662 tenía una placa tallada en piedra que decía: Esta casa se llama Gorritia y ha sido adquirida nuevamente (parece la perdieron por deudas) por Maria de Gorriti, madre del difunto Jean Dolhagaray, con las sumas de él enviadas desde las Indias (hasta ahora siguen llamando Indias cuando quieren decir America). Esta casa no se podrá vender ni alquilar. Es por este motivo que la casa Gorritia es una de las más famosas y conocidas en Ainhoa.
Calles de Ainhoa con sus típicas casas. Para llamar a la puerta, el timbre no es chic: usa la manito de bronce. Una puerta, lamentablemente en la foto no sale muy bien el detalle: entre las dos hojas de la puerta en alto hay un círculo blanco en alto que en realidad no es un círculo sino una conchita de mar por que Ainhoa es parte del Camino Francés que lleva a Santiago de Compostela. Una tienda de perfumes.

La Iglesia de Ainhoa del siglo XIII construida por la necesidad de crear un lugar de refugio (por eso no tiene grandes ventanales y la torre es bastante alta). Detalle de la bóveda del altar, vitral y escultura en madera de la Virgen y el Niño. Lápidas del cementerio, que siguiendo la tradición de la época está al costado de la Iglesia.

Entrada de la Iglesia en piedra y mármol. Galerías dentro de la Iglesia, son de la reforma de 1649. Escaleras que llevan al campanario y antiguamente servían para llegar a las galerías. Vistas de las calles de Ainhoa.

Los productos típicos regionales son el paté y el jamón. Imposible no terminar con un Jambon du pays avec le baguette. Ahmmm que rico. Saliendo de Ainhoa encontramos un lugar tranquilo y con sol! Entonces nos hicimos un homenaje: fusili con atùn y zapallitos. El cartelito del Parqueo, veamos si en vasco aparcamiento (en castizo) o estacionamiento (en cholizo) quiere decir Aparkalekua, como se dice Comedor? Comelekua? Y entonces el baño??? Mejor lo dejamos ahí.

Nuestro camino prosigue, no es temprano ni tampoco muy tarde así que veremos donde nos lleva el viento.

jueves, 29 de abril de 2010

St. Lon Les Mines, Francia. 05.04.2010.

De la noche anterior, me olvidé de contar que por primera vez escuché en la noche al ciervo llamar a la cierva (osea la sierva), no es que la llama: Juana, la comida! No, este espécimen masculino tiene un llamado tipo ladrido seco (ahh… como tantos otros machos, no?) suena como el golpe seco de las castañuelas. Mientras no lo supe y lo escuchaba, me parecía una especia rara de rana y justo cuando estaba pensando no puede ser aquí todavía no hay ranas por que hace mucho frío a Peter se le ocurrió iluminarme de sabiduría: yo hasta ese momento vivía feliz sin saberlo, la cosa se puso critica cuando la necesidad fisiológica de ir al baño en medio de un bosque a oscuras se me ocurre pensar…. y si este machìn no encuentra la Juana y la viene a buscar por aquí y yo estoy regando el arbolito? Mejor no pensar.

A la mañana siguiente, menos mal sin visitas de ciervos, comenzamos de nuevo el camino. Paramos en un pueblito a comprar pan y algo más para comer. Recuerdo que comimos en algún lugar cerca de la carretera y pudimos cocinar, yupi! En la tienda encontré una delicatessen del lugar: Le coeur du Canard, osea entre tanto pato para hacer paté encontramos donde nos vendieran los corazones, buenazos. La de la foto es la sarten que viaja con nosotros y una de las cocinitas que tenemos a bordo. El pueblito por donde pasamos estaba lindo, harto verde y hacía un poquitín de calor. La foto de este jardín y la casita es del Château du Prada, una casa privada para matrimonios y recepciones. Las flores son de las macetas en la vereda pública. El cartel en hojalata del panadero.

Estas son fotos del cementerio de St. Lon Les Mines. El monumento en mármol al ingreso esta dedicado a quienes perdieron la vida por la patria. Flores en cerámica cocida, son tradicionales por que durante el invierno sería imposible llevar flores frescas. La tumba cuadrada con tanto de roca, del Ricky Ricòn de hace doscientos años. Una lápida particularmente significativa en la zona: a la memoria de Henri Lavielle muerto por la Francia en Douaumont el 28 Febrero de 1916 (Primera Guerra Mundial) a 32 años. Medalla Militar de la Cruz de Guerra. A mi me impresiona, toda la zona que estamos recorriendo está llena de este tipo de monumentos. Han pasado años (y pasarán aún más y no hemos aprendido nada). Los pirineos! Ya era hora que se dejaran ver!

St. Lon les Mines es un pueblito antiquísimo, se llama así por las minas de carbón vegetal (de un cierto tipo de árbol de la zona) a la que le deben todo. Las minas fueron explotadas desde 1756 hasta 1949.







Vista lateral de la Iglesia, para variar en el punto más alto y con tanto de torre para controlar los cuatro lados. Un castillo saliendo de St. Lon. Un cartelito más, esta vez cuidado con las ovejas.

Perigueux, Francia. 04.04.2010.

El viento sopla frío, seria mejor decir que el viento congela. Pero tiene un lado bueno: se lleva las nubes negras y deja ver por un momento el cielo azul. Castillo de Rochechauld.

Llegamos a Perigueux, no por que lo tuviéramos en el itinerario (por que hasta el momento ni itinerario tenemos) sino por que era la hora del rincón del box entre panza y cabeza: Llega la hora de comer, que lamentablemente no siempre coincide con la hora de comer de los demás y para mejorar las cosas es domingo y muchos restaurantes ni siquiera han abierto así que no nos queda otra que caminar a ver donde podemos comer algo. Peter esta devotamente convencido de ir a un restaurante que sale en la guía, pero como estamos casi desmayados de hambre caminamos en círculos y no somos muy capaces de leer un mapa medio calato. Cuando llegamos al restaurante… que te crees: closed, schlossen, chiuso, fermé, cerrado. Merci, merde. Mientras caminamos, tomo estas fotos de la publicidad de los locales, hecha en hojalata negra: la peluquería, la cuchillería. Una pileta en bronce, un espectáculo en una esquinita casi desapercibida. Finalmente encontramos donde comer: recuerdo que por equivocación terminé con un plato de guiso de frejoles con pato y salchicha, estuvo ricolino a pesar de estar pedido a ciegas considerando que es un poquito difícil pedir de una carta que no entiendes ni michi de la cocina regional así que esta fotito con la copa de vino es lo que me queda del recuerdo. Una vista de la Basílica Bizantina, desde una de las callecitas de la ciudad.

La Basílica Bizantina Saint Front de Perigueux, una joyita de la arquitectura. Hace parte del itinerario del peregrinaje a Santiago de Compostela siguiendo la ruta Vézelay. Ya en el siglo XII viene incluida en la Guía del Peregrino por Picaud. Había una vez una tumba redonda como la de la Sagrada Sepultura, pero la destrozaron durante las guerras religiosas, para variar. En el siglo XIX Abadie la restaura y la usa como modelo para la Iglesia del Sagrado Corazón en Montmartre, Paris.
Vista del interno de la Basílica. El Altar y el púlpito. Las sillas de los feligreses, pareciera que estuvieran una fila frente a la otra, pero la verdad es que la sillita del frente es un poquito más bajita y sirve para arrodillarse. Detalle de una escultura en madera. El púlpito visto desde la pila bautismal. Estatua en mármol de San Jorge que vence el dragón.

Estatua en mármol de Juana de Arco y placas de agradecimientos. Una velita a Sta. Teresita del Niño Jesús y las placas de agradecimiento. El órgano de la Basílica. La Torre de la Basílica vista desde el externo. La Basílica queda en lo alto de la ciudad, para protegerla: cañón de época sobre uno de los muros externos de la Basílica.

Continuamos con el viaje y menos mal que el clima ha mejorado un poquito. Estamos en la zona de productores de vino, una maravilla. Solo que como lo saben también los policías, a quién crees que paran para hacer la prueba del alcohol? Pues claro, con este Murphy que todo lo jode: a mí! Yo me moría de la risa, salió todo normal pero me moría de ganas de hacerle una foto al policía: primera vez que me paran! primera vez que me hacen la prueba del alcohol! Alè, alè, alè!!!!

Para variar se hace noche mientras manejamos. Hemos pasado solo por campos privados que están o habitados o enmallados para no dejar salir a las bestias (las vacas y caballos) pero: y las bestias que queremos entrar? A freír monos en sartén de palo, a buscar donde se puede pasar la noche. Llegamos a una zona un poco más deshabitada y encontramos otro bosque, siempre en proceso de despanzurre: lo talan pero también encontramos que plantan nuevos arbolitos.

La noche está congelada, no hay nubes y se ven las estrellas. La foto la tomé mientras la luz en la camioneta estaba encendida, no sé que diablos hacia Peter adentro (la calidad de la foto es terrible, pero la mía es una camarita semplicita sin tanto alaraque nocturno así que me saca las fotos en la noche sin flash y como puede, la pelota blanca no es la luna ni tampoco es un poltergeist es un defecto de la camarita por hacer lo mejor posible). Decidimos caminar un rato, dejamos la luz de la camioneta apagada y al regreso nos pasamos, no vimos la camioneta así que tuvimos que regresar lo andado tratando de no perdernos. Pasar la noche a la intemperie no es la cosa más recomendable en este momento.